Prepararemos una plancha de barro, la pasaremos con la esponja para que la superficie quede lisa y libre de poros. Con la ayuda de una plantilla con forma de pan molde, recortaremos el barro. A continuación con la ayuda de tus manos levantaremos una pared subiendo un poco el barro, para darle profundidad y forma de plato. Podremos marcar el fondo con nuestro nombre o si lo prefieren con diferentes texturas. Quedará listo para secar y esperar a que esté en dureza de cuero para meter al horno y convertirlo en bizcocho, que es como se llama a la pieza cuando lleva la primera cocción.